jueves, 28 de junio de 2012

La farra y la simpática de enfrente (Parte 1)

Llega un punto en la vida de un estudiante perro en el que decide ponerse a estudiar, pero esto tiene un límite porque tanto estudio de gripa los sesos... y es por ello por lo que ayer decidí que salía, me emborracharía, y me despejaría la mente. 

La cuestión es que hace un par de días me quedé empanado con la mirada perdidísima en la ventana (ventanal enorme que tengo en mi habitación) cuando de mi dulce empanamiento me sacó una mano que se agitaba en la ventana de enfrente. Vuelvo a la tierra y me doy cuenta que quien me saludaba era una chica, de más o menos mi edad, mona, muy mona (al menos así de lejos). Obviamente le devolví el saludo y aquello se volvió en un momento gilipollas en que ambos agitábamos nuestras manos a modo de saludo como dos imbéciles. Y al día siguiente más de lo mismo... Hasta anoche.

Evidentemente la chica no vive sola, da la casualidad de que justo en la ventana de enfrente también hay un piso de estudiantes en el que viven tres chicas. La chica en cuestión, y dos más.

Así que anoche (como os iba diciendo), como había decidido salir, compré una botella de ginebra, y después del partido, justo cuando me disponía a empezar a beber (no, yo solo no) decidí asomarme al balcón, llamarlas, e invitarlas a unirse, botella en mano, en una pose talque así:

... pero sin gorrito de navidad (porque no tengo)


y lo cierto es que lo hice en plan si cuela, cuela, y si no, me la pela. Había que intentarlo, ¿no? La respuesta que yo me esperaba era más o menos esta:

multiplicada por tres, claro

No obstante lo que alcancé a oír fue: "¿Nos animamos? -Vale, va!" es decir. Una reacción más o menos así: 


Inmediatamente las perdimos de vista, lo que nos llevó a pensar que nos estaban trolleando, pero no, pudimos comprobar que eso no era así en el momento en que las volvimos a ver, arregladas esta vez para salir. ¡Perfecto! La noche pinta bien.

De pronto empezaron a beber ellas en su casa, nosotros en la nuestra, y aquí no venía ni Peter. Cosa que, llegado cierto número de cubatas, me empezó a importar una mierda, no obstante, uno de mis amigos decidió ir a por ellas antes de salir de fiesta. Y así hicimos, les preguntamos patio y puerta, las recogimos y nos fuimos a Murray.

A partir de aquí es cuando todo empieza a clarificarse.

Llegamos al piso, y nos abre la chica simpática (literal y figuradamente) entramos, nos presentamos. Veo a las otras dos. Veredicto: ESTÁN MUY BUENAS. Modo buitre: not responding, demasiado alcohol. Experiencia dice: WAIT tío, WAIT. No obstante yo tenía clarísimo quién me gustaba, y a por quién iba a ir... si el alcohol me lo permitía.

Nos fuimos todos y llegamos al sitio. Y aquí es donde empieza todo a verse con más claridad, y a ponerse entretenido.


Continuará... (chan, chan, chaaaaaaan)
Ahora en serio, es largo y haría el post infumable.

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