viernes, 29 de junio de 2012

La farra y la simpática de enfrente (Parte 2)

Resulta que la otra noche, harto de estudiar decidí salir de fiesta, y en un arrebato de valentía (lamentable llamarlo así) acoplé a las vecinas de la ventana de enfrente... Bueno, sigo con el relato.

Llegamos al sitio y es cuando empezó todo a descubrirse. ¿El qué? que las que estaban buenas además de ser unas sosas de cojones (SOSAS DE CO-JO-NES.... sí, mucho mejor así) incluída la que me molaba y parecía simpatiquíiiisima, además de eso, eran unas.... calientapollas. Sí queridos, sí, topamos con la bestia negra. (Y ahora es cuando pensáis que estoy obseso por el tema, pero no.)



Llego al sitio, bastante tocado, y no suficiente con ver lo sosainas que eran, resulta que nada más entrar me doy de bruces con ELLA, con Musa CP. ¡Tócate los cojones, Mariloles!... Pero no entré en pánico, decidí ir a tocarle las narices toda la noche, ya que cree que sigo prendado de ella, pues, decidí seguir haciéndoselo creer, y de paso echarme unas risas con eso. 



Vuelvo a las chicas

Resulta que la menos guapa era la más simpática (como de costumbre). Pero es que no solo es que fuera simpática, sino que era una tía divertida, con ganas de pasárselo bien, se podían hacer bromas, bailaba, se reía de todo, hacía el canelo bailando... y no sólo eso, sino que se comportaba como una persona normal. Como estoy espabilado, y la lié con las listas, tuve que pagar la entrada de dos amigos míos (y una mierda se la pagaba a las pavas), creo que era lo justo ya que les aseguré que saldrían gratis. Bueno, pues resulta, que la Simpática, se ofreció a pagarme ella una entrada como compensación, ante mi negativa, insistió, intentó invitarme a alguna bebida, y ante mi nueva negativa, insistió en pagarme parte de las entradas que había pagado, ella lo veía justo. Sinceramente, yo habría hecho lo mismo, y os juro que ese gesto me sorprendió muchísimo. Nunca me esperé algo así de parte de una chica que acabo de conocer. No sé, para mi es ser buena persona y tratar a los demás como toca,  y no aprovecharte por el hecho de tener vagina, que algunas se creen que eso les da libertad para ir por el morro todo el rato.

De las otras dos chicas, lo gracioso era ver como intentaban calentarnos el nabo a todos. Resulta que como nadie les babeaba hacía mucho caso, se las veía perdidas, no sabían que hacer, por lo que optaron por la opción fácil: bailemos guarreándonos delante de todos estos tíos que nos han traído gratis hasta aquí... 



Lo hicieron unas cuantas veces, pero el resultado fue el mismo, pasamos del asunto. Si querían llamar la atención nuestra, lo tenían fácil, simplemente con que se hubieran puesto a hablar con nosotros, a reír, a hacer coñas, con eso, nos hubieran ganado. Al final resulta que su amiga se integró muchísimo, que parecía que llevaba en el grupete desde hace tiempo, y que las nuevas eran aquellas dos, apartadas a un lado y sin que nadie les hiciera mucho caso... Viendo esto, ellas seguían recurriendo al guarreo pseudo-lésbico de poca monta para atraernos. Cuando me di cuenta de lo que estaban haciendo, se lo dije a mi compañero de piso y decidimos hacer lo mismo: perreamos un rato, como guarronas en celo, nos echamos unas risas todos... 


...menos aquellas dos que pusieron la típica cara de asco, ya sabéis cual, la que ilustré hace un par de post.

Así que nada, peor para ellas, que se aburrieron.

Va, queda un post de esta mierda. Tanta historia para una noche normalita jajajajaja. 



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